El origen del diablo

Para comenzar, debemos recordar que la Biblia nos dice claramente que Dios es creador de todas las cosas (Gen. 1), esto incluye a los seres espirituales, entre los que podemos contar al ser que hoy conocemos comúnmente como “Diablo” (Ez. 28:15).

“Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten;” (Col 1:16-17)

¿Qué significa “diablo”? La palabra diablo viene del lat. Tardío diabŏlus, y este del gr. διάβολος – acusador, calumniador; por lo que no se trata de un nombre propio, sino de un adjetivo que se usa como título aplicable (entre otros) a cada uno de los ángeles rebelados contra Dios y arrojados por Él al abismo y al Príncipe de esos ángeles, que representa el espíritu del mal. EL diablo. (ver Diccionario en linea RAE).

De acuerdo con las Sagradas Escrituras, Dios creó a un ángel (querubín) hermoso, muy superior a los demás ángeles (Ez. 28:12-19) que en vista de su dignidad y perfección se volvió soberbio, llegando a codiciar para sí el trono de Dios. De done el pecado de orgullo le valió el ser expulsado del cielo y ser arrojado a la tierra.

“!!Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo.” (Isaías 14:12-15)2

Tras su caída, Lucifer (“portador de luz” en latín) o Lucero (Isaías 14:12), y habiendo engañado al hombre, se hizo con el control del planeta tierra, por lo que Jesús le llama “príncipe de este mundo” (Juan 12:31).

Por su carácter rebelde y opuesto a los designios de Dios, además de su actitud hacia el ser humano y en particular hacia los creyentes; a Lucifer se le han dado diferentes nombres y títulos como: acusador (Ap. 12:10), Beelzebú (señor de las moscas Mt. 12:24), Belial (despreciable 2 Co. 6:15), diablo (Mt. 4:1), dragón (Ap. 12:3), maligno (Jn. 17:15), dios de este mundo (2 Co. 4:4), príncipe de la potestad del aire (Ef. 2:2), león rugiente (1P. 5:8), príncipe de este mundo (Jn. 12:31), Satanás (adversario Mt. 4:10), serpiente antigua (Ap. 12:9), tentador (1Tes. 3:5), etc.

“Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.” (Apocalipsis 12:9)

A pesar de todo, el diablo como ser creado, no puede hacer nada que le haya sido prohibido por Dios y muy a su pesar, sus acciones están limitadas a cumplir con los designios divinos.

En resumen: Dios creó al ángel Lucero, pero éste por su orgullo, se convirtió en diablo (acusador) y satanás (adversario).