La teología sistemática se organiza por temas. El tema acerca de Cristo se llama cristología, la cual se divide en dos partes: la persona de Cristo y la obra de Cristo. Este división tiene sus propósitos didácticos, pero es algo artificial, puesto que no podemos entender la persona de Cristo aparte de su obra, y viceversa. Además, una desviación de la enseñanza bíblica sobre la persona de Cristo inevitablemente resultará en una desviación de la enseñanza bíblica sobre la obra de Cristo. Por lo tanto, la iglesia cristiana se esforzó arduamente durante los primeros cuatro siglos para dar definición a la persona de Cristo. En general, la iglesia tuvo que refinar sus definiciones en reacción una nuevas ideas propuestas por pastores o teólogos. El proceder de la iglesia era tanto positivo (al afirmar algunas doctrinas) como negativo (al rechazar otras). Las doctrinas aceptadas formaron la ortodoxia, mientras que las descartadas llegaron a identificarse como herejías.
Tanto para los cristianos de los primeros siglos después de Cristo como para nosotros, la Biblia es la norma divina de la doctrina. La Biblia presenta a Jesús como una persona que es un hombre y también Dios mismo. Estos son los hechos básicos bíblicos, y hay muchos textos que los justifican. Podríamos resumir la doctrina de la persona de Cristo en una declaración sencilla: Jesús es un hombre y es Dios. Aunque es fácil hacer esta declaración, es difícil entenderla. Inmediatamente surgen muchas preguntas: ¿Cómo puede Dios ser un hombre? ¿Dejó de ser Dios para ser hombre? ¿Sigue siendo Dios y hombre ahora? Si Dios no puede cambiar, ¿qué sucedió cuando Dios se hizo hombre?
Además, algunos preguntaron: ¿Cómo se relaciona lo divino con lo humano? ¿Reemplaza uno al otro? ¿Toman turnos? ¿Se mezclan? ¿Están en competencia? ¿Cooperan? Algunas propuestas intentaron explicar cómo lo humano y lo divino pudieron coexistir en Jesús, pero terminaron negando o lo humano o lo divino o la unidad de la persona de Cristo.
- El docetismo negó la plena humanidad de Jesús.
- El arrianismo intentó resolver el problema en el sentido opuesto, negando la plena divinidad de Jesús.
- El Apolinarianismo afirmó que el Logos Divino había reemplazado el alma o la mente del hombre Jesús.
- Similar al Apolinarianismo, el Eutiquianismo afirmó que lo divino absorbió lo humano.
- El Nestorianismo afirmó que Jesús es plenamente divino y plenamente humano, pero se consiste en dos personas unidas en una sola voluntad.
Eventualmente estas ideas fueron descartadas como herejías, pero para combatirlas, la iglesia tuvo que desarrollar un vocabulario técnico, un esfuerzo que se complicó porque hablaron griego en el este y latín en el oeste. En su esfuerzo para explicar la Trinidad, usaron la fórmula “una ousia y tres hypostases”en griego o “una sustantia y tres personae” en latin, casi lo mismo que “una sustancia y tres personas” en español. Así que, el Padre es una persona (hypostasis), el Hijo es una persona (hypostasis) y el Espíritu Santo es una persona (hypostasis).
Ahora, usando este lenguaje para enfocarnos en el Hijo, es una persona (hypostasis) que es Dios y hombre. Para referirse a lo divino y lo humano de Jesús, usaron la palabra physis en griego y natura en latín, similar a naturaleza en español. En 451, el Concilio de Calcedonia produjo un credo que contiene la siguiente explicación:
Reconocemos a uno solo y el mismo Cristo, Hijo, Señor, Unigénito, en sus dos naturalezas: dos naturalezas sin mezcla ni confusión; sin cambio ni mutabilidad; sin división y sin separación. La unión de las dos naturalezas no destruye sus diferencias, sino que más bien las propiedades de cada naturaleza se preservan y concurren en una única persona y en una única subsistencia. Estas dos naturalezas no están de ningún modo partidas o divididas entre dos personas, sino que están en uno y el mismo Hijo, Unigénito, Dios Verbo, el Señor Jesucristo.
Esta declaración niega todas las herejías mencionadas anteriormente y afirma que Cristo es una persona y dos naturalezas. Lo que dijo acerca de las dos naturalezas es principalmente negativo: “sin mezcla ni confusión; sin cambio ni mutabilidad; sin división y sin separación”. No se atrevió a especular en forma positiva sobre la interacción de las dos naturalezas en una sola persona. Sin embargo, lo que afirma es que la unión de estas dos naturalezas es al nivel de la persona, no al nivel de las naturalezas. Aunque este credo utiliza la palabra prosopon en lugar de hypostasis para referirse a la persona, en la cristología, la unión de las dos naturalezas se llama la unión hipostática.
Quizás la distinción entre una unión al nivel de la persona y una unión al nivel de las naturalezas parece ser una sutileza inútil. Sin embargo, lo que el credo quiere mantener y lo que tenemos que mantener es la unidad de la persona y la integridad de cada naturaleza de Cristo. Es esencial mantener tanto la unidad de la persona como la integridad de las naturalezas, porque sin éstas, no hay salvación, puesto que el único que puede salvar al mundo es una persona que es verdadero Dios y verdadero hombre.
Larry Trotter
Originario de los Estados Unidos, Larry creyó en Cristo a los dieciocho años. Al final de su carrera universitaria en matemáticas, sintió un llamado al ministerio pastoral y fue al Seminario Westminster para estudiar una maestría en divinidades. Allí conoció y se casó con su esposa, Sandy. Después de tres años de ministerio pastoral en los Estados Unidos, Larry y Sandy se mudaron a México con su primera hija. Pasaron veinticuatro años en México, donde nació su segunda hija y donde participaron en la plantación y edificación de iglesias. Después de completar su doctorado, Larry inició el proyecto seminarioreformado.org. En 2016, Larry y Sandy regresaron a los Estados Unidos para plantar la Iglesia Florida Coast. Además, Larry sirve como profesor adjunto del Seminario Teológico Knox.