¿Son adorados el Padre, Hijo y Espíritu Santo?

Los Testigos de Jehová señalan que la expresión en Hebreos 1:8a donde el Padre declara acerca del Hijo “Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo…” es una traducción manipulada que pretende justificar la plena divinidad de Jesús.

Afirman que la traducción correcta sería “Dios es tu trono para siempre jamás…” Sin embargo, ¿alguna criatura por excelsa, se podrá entronizar en Dios mismo? ¿Quién podría decir que YHWH es su propio trono por siempre jamás?

El Hijo no es “un dios” que pretende el trono, como Satanás o aquellos que por naturaleza no son “dioses” (Gal 4:8). Padre e Hijo, el “uno sentado” y el Cordero en medio del trono – junto con el Espíritu Santo, que son los siete espíritus de Dios – reciben la adoración celestial.

Apocalipsis 5: 6-8 Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra. 7 Y vino, y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono. 8 Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos

El Padre y el Hijo son igualmente divinos porque ¿Qué verdadero Hijo no tiene la misma naturaleza de quien lo engendró? ¿Por qué hacer de Dios tu propio Padre, te haría ser divino?

Juan 5: 18 Por esto los judíos aún más procuraban matarle, porque no solo quebrantaba el día de reposo, sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios.

(Ilustración por Pablo, de Cristianismo Ilustrado en https://www.facebook.com/Cristianismo-Ilustrado-100884868452558)