¿Es Bíblico pactar con Dios?

Es muy común encontrar personas quienes afirman que pactar con Dios es una de las vías que tenemos para encontrar soluciones a nuestros problemas -especialmente económicos- de una manera más rápida; de hecho, lo que se dice al respecto, es que si se pacta con Dios, Él se apresurará a cumplir sus promesas, moviéndose a favor del que pacta, pero ¿es esto correcto desde una perspectiva bíblica y teológica? El pueblo de Dios ya da esto por doctrina aceptable, pero la Biblia es la luz que disipa toda duda e impone el veredicto final sobre que es verdadero y lo que es falso. En primer lugar en la Biblia se mencionan 7 pactos, pero estos pactos tienen un solo proponente: DIOS. Por todos es sabido que el siete (7) es el número de Dios que indica su perfección, he aquí los pactos propuestos he iniciados por Dios.

  1. Pacto edénico: se trata del pacto de Dios con Adán y aunque no se menciona en el Génesis, sí aparece en el libro de Oseas 6:7 “Mas ellos, cual Adán, traspasaron el pacto; allí prevalecieron contra mí”. La señal de este pacto: el árbol de la vida
  2. Pacto noájico: (con Noé) Gn 9:1-18. La señal: el arco iris.
  3. Pacto abrahámico: (Con Abraham). Gn 12:1-4; 13:14-17; 15:1-7; 17:1-8. La señal: la circuncisión.
  4. Pacto mosaico (con Moisés): Ex 20:1; 31:18. La señal: las tablas de la Ley el sábado.
  5. Pacto levítico: (con la tribu de Leví). Levítico 2:11-13. La señal: la sal.
  6. Pacto davídico: (con David) 2 S 7:4-16; 1 Cr 17:3-15. Señal: el trono.
  7. Nuevo pacto: todo el Nuevo Testamento. La señal es la cruz.

            Como se puede notar los siete pactos de Dios con el hombre están acompañados por señales que representan la firma y el compromiso de Dios. Además todos estos pactos están rodeados de leyes. Ahora bien, ¿puede el hombre establecerle leyes a Dios? De ninguna manera. Entonces las dos primeras razones por las que no podemos pactar con Dios son porque la Biblia solo menciona 7 pactos perfectos de Dios con el hombre y puesto que envuelven leyes, no hay posibilidad alguna de que el hombre pueda pactar con Dios.
Pero ¿qué es pacto? En hebreo es “berit” que significa, alianza y testamento ¿puede el hombre hacerle testamento a Dios? Es irracional e ilógico. Pero ¿acaso en la biblia no hay caso alguno que muestre pacto con Dios? Todos los que exacerban esta doctrina se basan en tres pasajes:

“Juntadme a mis santos, los que han hecho pacto conmigo con sacrificio” (Salmo 50:5

“Hagamos ahora un pacto con nuestro Dios de despedir a todas las mujeres y a sus hijos, conforme al consejo de mi Señor y de los que tiemblan ante el mandamiento de nuestro Dios; y que sea hecho conforme a la ley”(Esdras 10:3)

Aparentemente aquí se sostiene que el hombre puede hacer pactos con Dios, pero en hebreo el texto del salmo, realmente dice de una manera literal: “Juntadme a mis santos, a los que se sometieron a mi pacto de sacrificio”. Esto aclara que el pacto es algo a lo que el pueblo se ha sometido. ¿Cuál es este pacto? El realizado con Su pueblo Israel.

Veamos lo de Esdras. En este caso, de acuerdo al contexto, no se propone un “nuevo pacto”, lo que se propone es volver al pacto que estaban quebrantando al haber tenido alianzas conyugales con mujeres que no eran del pueblo de Dios.

El otro pasaje es el que, según los promotores de esta doctrina, sostiene que Jacob hizo pacto con Dios, sin embargo cuando vamos al texto bíblico, al pasaje donde se basan, nos sorprendemos con lo que realmente dice:

“Y se levantó Jacob… e hizo Jacob voto, diciendo: Si fuera Dios conmigo, y me guardare en este viaje en que voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir, y si volviere en paz a la casa de mi padre, Jehová será mi Dios. Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti” (Génesis 28:18-22).

En el pasaje encontramos que Jacob no hizo un “berit” con Dios, sino un “Neder”, que se traduce “voto o promesa condicional”. Notemos entonces que el voto es condicional, es decir, se eleva a Dios a una plegaria y si Dios en su amor y misericordia responde por ello, entonces la promesa hecha debe cumplirse; es decir, un voto siempre tendrá dos partes: la condición respetuosa y la promesa voluntaria. Volvamos al caso de Jacob para ver estos dos elementos:

            La condición es esta: Si fuere Dios conmigo y me guardare en este viaje en que voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir, y si volviere en paz a casa de mi padre..
            La promesa es esta: Jehová será mi Dios. Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti.

Notemos que aquí los verbos de las promesas están todos en futuro: Jacob esperaría hasta que Dios en su infinita misericordi respondiera, y si así lo hacía, entonces Jacob cumpliría su promesa. Jacob no lo hizo al revés. En la televisión se puede ver como los que sostienen esta doctrina del pacto con Dios, piden primero el dinero u objeto del pacto, para comprometer a Dios a que responda, cosa que es irrespetuosa ya que el hombre no es quien para darle órdenes a su Creador.

Para concluir ¿qué puede el hombre ofrecerle a Dios? El salmo 24 dice que todo es de Dios. ¿Con qué puede el hombre pactar con el Creador? Con nada en lo absoluto. Ahora, con respecto al os votos, estos no son más que plegarias que prometen a Dios algo, pero sin coaccionarlo y sin que Él esté obligado a cumplir. Eso se ve en el hecho de que primero se espera la respuesta que reposa en la misericordia y la voluntad de Dios, de lo contrario podríamos sentirnos embaucados. Cosa que a menudo está ocurriendo con el pueblo de Dios y muchos hasta están blasfemando contra el evangelio debido a la falsa doctrina del pacto.