El término deicidio hace referencia a “dar muerte a un dios” y, aunque por lo general se ha usado en relación con la muerte de Jesús en la cruz, ¿es posible quitarle la vida al Eterno?.
Hace algunos años un hombre sentenció «la muerte de Dios» ¿extraña declaración, cierto? Usted no puede decir que alguien está muerto si antes no estuvo vivo ¡sería una contradicción!…pero la intención de esta declaración no debe interpretarse como si realmente Dios haya sido aniquilado, algo que sería imposible para el único que posee inmortalidad Dios (1 Timoteo 6:16). El objetivo de Friedrich Nietzsche (1844 – 1900),filósofo y poeta alemán cuyos pensamientos influenciaron la teología, psicología y un gran número de escritores, era a entender algo distinto: la muerte del ideal cristiano, la muerte de Dios en el pensamiento del hombre.
¿Y qué quiere decir esto? Buena parte de las constituciones, reglas, normas y sentido mismo de moralidad están basados tanto en la Palabra de Dios como en la imagen de Él en nosotros(Éxodo 20:1-17); los conceptos de moral y de ética son esencialmente abstracciones de la Biblia: matar, robar, mentir, estafar, codiciar, etc. son actitudes que Dios condena como pecados y cuya consumación exigen un castigo, de parte de Dios (Nahum 1:3) y aún de nuestras propias leyes. «La muerte de Dios» debía dar paso al surgimiento del Super Hombre, su propio dios; un ser libre de los valores del cristianismos, que según el pensamiento nietzscheano -salpicado del darwinismo social – nos han covertido en una raza débil que en vez de ayudar a morir al débil utiliza sus recursos para rescatarlo de la miseria.
Este hombre superior no sería finalmente el producto de una larga evolución; más bien, surgiría cuando cualquier hombre con un potencial superior se domine por completo y elimine la “moralidad de rebaño” cristiana convencional para crear sus propios valores, que están completamente enraizados en la vida en esta tierra1.
En la historia de la filosofía, pocas afirmaciones han sido tan polémicas como la que hizo Nietzsche a propósito de la muerte de Dios en al menos un par de lugares de su obra:
¿No han oído hablar de aquel loco que, con una linterna encendida en pleno día, corría por la plaza y exclamaba continuamente: “¡Busco a Dios! ¡Busco a Dios!”? Como justamente se habían juntado allí muchos que no creían en Dios, provocó gran diversión. ¿Se te ha perdido?, dijo uno. ¿Se ha extraviado como un niño?, dijo otro. ¿No será que se ha escondido en algún sitio? ¿Nos tiene miedo? ¿Se ha embarcado? ¿Ha emigrado? Así gritaban y se reían al mismo tiempo. El loco se lanzó en medio de ellos y los fulminó con la mirada.
—¿Dónde está Dios?—, exclamó, ¡se los voy a decir! ¡Nosotros lo hemos matado, ustedes y yo! ¡Todos somos unos asesinos! Pero, ¿cómo lo hemos hecho? ¿Cómo hemos podido vaciar el mar? ¿Quién nos ha dado la esponja para borrar completamente el horizonte? ¿Qué hemos hecho para desencadenar a esta tierra de su sol? ¿Hacia dónde rueda ésta ahora? ¿Hacia qué nos lleva su movimiento? ¿Lejos de todo sol? ¿No nos precipitamos en una constante caída, hacia atrás, de costado, hacia delante, en todas direcciones? ¿Sigue habiendo un arriba y un abajo? ¿No erramos como a través de una nada infinita? ¿No sentimos el aliento del vacío? ¿No hace ya frío? ¿No anochece continuamente y se hace cada vez más oscuro? ¿No hay que encender las linternas desde la mañana? ¿No seguimos oyendo el ruido de los sepultureros que han enterrado a Dios? ¿No seguimos oliendo la putrefacción divina? ¡Los dioses también se corrompen! ¡Dios ha muerto! ¡Dios está muerto! ¡Y lo hemos matado nosotros!2
Referencias
1 https://www.britannica.com/topic/superman-philosophy
2https://pijamasurf.com/2016/11/quotdios_ha_muertoquot_la_polemica_afirmacion_de_nietzsche_que_nos_invita_a_liberarnos_de_la_moral_cristiana/