
La escritura fundamental del mormonismo es el Libro de Mormón, el cual Joseph Smith aseguró haber traducido de placas de oro “por el don y el poder de Dios”. Las placas de oro, si alguna vez existieron, nunca fueron vistas excepto por algunos familiares y partidarios de Joseph Smith, y no están disponibles para ser examinadas. De esta forma, en marcado contraste con las decenas de miles de manuscritos antiguos y medievales de la Biblia, no hay ningún manuscrito o evidencia textual tangible del Libro de Mormón.
Contrario a lo que Joseph Smith declaró, ningún erudito nunca autenticó el texto o traducción alguna de las placas de oro. El libro de Mormón fue producido por Joseph, no por medio de gafas hechas con un par de piedras colocadas en arcos plata como luego afirmó, sino mirando una “piedra vidente” mágica dentro del mismo sombrero que había estado usando por años como cazador de tesoros.

Estatua del ángel Moroni, quien dijo haber entregado a Joseph las placas de oro que contenían el Libro de Mormón